Una pequeña cuestión aritmética
TEOREMA
Ella le pagaba para que contara las pecas de su cara . Se echaba en el sofá con los ojos cerrados y trataba de sentir su mirada hormigueándole sobre la piel. Cada vez que terminaba, él insistía en hacer un recuento, "Por si acaso". Siempre había alguna de más (o de menos). Él se enfadaba, o fingía hacerlo, y proponía dejarlo para el día siguiente. Ella siempre sospechó que le hacía trampas.
COROLARIO
Un día, esperando retenerle por más tiempo en cada ocasión ella le propuso pasar a contar las pecas de su espalda. Asustado, él huyó y desapareció para siempre.