Crushed like a bug in the ground

lunes, agosto 21, 2006

Una pequeña cuestión aritmética

TEOREMA

Ella le pagaba para que contara las pecas de su cara . Se echaba en el sofá con los ojos cerrados y trataba de sentir su mirada hormigueándole sobre la piel. Cada vez que terminaba, él insistía en hacer un recuento, "Por si acaso". Siempre había alguna de más (o de menos). Él se enfadaba, o fingía hacerlo, y proponía dejarlo para el día siguiente. Ella siempre sospechó que le hacía trampas.


COROLARIO

Un día, esperando retenerle por más tiempo en cada ocasión ella le propuso pasar a contar las pecas de su espalda. Asustado, él huyó y desapareció para siempre.

martes, agosto 15, 2006

Km 1

Después de tantas mitologías, tantos retrasos, tantas esperas, tantas desesperaciones e intentos por evitarlas, es raro que uno no se ponga a contar hasta que no le falta la inspiración.

Esta es la entrada número 26 de Let Down & Hanging Around, la primera detrás de la barrera psicológica de las 25 entradas, dos años y dos meses después de la inauguración. Es el momento de seguir mirando adelante, y de dar un pequeño empujón a los proyectos que están dormidos.

Es el caso del proyecto Mitologías, que ya se ha visto por aquí y que desde ahora mismo cuenta con un blog propio:



Ahora, a por otros 25.

jueves, agosto 03, 2006

El por qué de mis retrasos


No pretendas enmendarme
si pierdo las mañanas
porque me quedo dormido
acunando al despertador.

miércoles, agosto 02, 2006

Fealdad(es)

¿Por qué será que hay tantos tipos de fealdad? Se podría decir que hay fealdades étnicas: no es lo mismo un(a) feo/a ingles(a) que un(a) feo/a italiano/a. ¡Y eso sin salirnos de Europa!

Pero por encima de etnicidades (que no van a ninguna parte), hay fealdades muy distintas: la fealdad que da estar siempre de mal humor, la que da querer ser más guapo/a (canónicamente hablando) de lo que se es... Ésta última es la más triste. Hay cientos de feos y feas que lo son por querer responder a un prototipo que les afea más cuanto más se acercan. Los guapos (y las guapas) de verdad son los que lo son por sí mismos.

¡Y que se mueran los feos!

 


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