Crushed like a bug in the ground

sábado, abril 30, 2005

Iconoclastia

Hace días que un nihilista se ha mudado a mi corazón y no quiere salir. Se ha instalado en un ventrículo y desde allí me susurra su odio por todos los grupos humanos, incluidos aquellos a los que soy susceptible de pertenecer.

Todo empezó con el clásico nihilismo de sábado noche, cuando las dos o tres cervezas ya se han bajado y no te vas a casa por no volver solo y por si todavía hay un hueco para tí en otra cama. La diferencia es que esta vez el nihilismo no se ha ido y cada vez que salgo a la calle me paso todo el tiempo odiando a todo estereotipo y no tan estereotipo que me cruzo. Cada vez que me miro al espejo y soy capaz de catalogarme, el nihilista me grita desde su refugio hasta que enrojezco de vergüenza. Sólo hay una solución: destruir los tópicos y derribar todos los mitos. Eso o sacar al nihilista. El problema es que le he cogido cariño.

P.D.: Esta tarde he vuelto a ver a la chica de rayas. El nihilista y yo hemos estado de acuerdo: ha perdido casi todo su encanto. Me hago viejo, o quizás sólo mayor. No sé qué me asusta más.

1 hasta ahora:

Blogger pqueno siempre supo que...

...y tumbaremos todos los mitos
caheran por su propio peso
y bailar desnudo en sus escombros
ya no importan las miradas

(estrofa final, con bajo en pulsación marcada, y a púa, subiendo...subiendo...agh!!!!)

02 mayo, 2005 11:41

 

Tendrás que terminar tú el trabajo.

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